sábado, 30 de agosto de 2008
Había una vez
...una oveja aletargada por la inercia de la rutina de ser oveja que se encontraba alejada del rebaño una noche de invierno. El cielo despejado y las estrellas fulgurando en lo alto mostraban con claridad una noche índiga, vasta como el espacio, con una suave brisa que acariciaba el prado, y que parecía que susurruba en los oídos de la oveja algo parecido a un soplo, una cálido tarareo, una señal de Dios...
Y de pronto, sin aviso despertó. Se dió cuenta que era un hombre, que tenía un sueño y que el rumbo de su vida era un soplo, una inspiración del ser. Con un canto dió las gracias y se miró en el espejo interior y vió que lo que alli había le gustaba y amaba. De un salto se levantó y corrió hasta agotarse por toda la noche extasiado alrededor de la pradera. Miró por última vez al rebaño tomó su guitarra y se dirigió con rumbo desconocido hacia donde un soplo había dicho.
Once
Esta música es una inspiración.
Dejó aqui lo que me devolvió la música
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Dejo aqui la dirección de la oveja
http://sharebee.com/e4ed373c
Publicar un comentario